En la primera imagen corrían los años 40 y aún Marilyn Monroe no era ni famosa ni rubia platina. Pero eso no parece importarle para hacerse estas chispeantes imágenes a la orilla de la playa.
La antigua y la nueva Marilyn. Las dos sonreían igual. La segunda era amada por todos los hombres. La primera no tenía ni la mas remota idea de cómo iba a morir.
¿Nos daremos cuenta de nuestra transformación? ¿Seremos capaces de presagiar nuestro final (triste o no)?
La antigua y la nueva Marilyn. Las dos sonreían igual. La segunda era amada por todos los hombres. La primera no tenía ni la mas remota idea de cómo iba a morir.
¿Nos daremos cuenta de nuestra transformación? ¿Seremos capaces de presagiar nuestro final (triste o no)?
Gross Bisous by M
Lo precioso de la vida es no saber a dónde nos llevará cada decisión que tomemos.
ResponderEliminarDa miedo? Pues sí, al menos a mí.
Pero y si supieramso el final y fuera malo?
Y sí sabemos que acabaremos bien? No tendrías tenemos miedo de modificar ese final por el camino?
Supongo que es mejor aceptar lo que viene, como lo mejor que nos da la vida, y esperar siempre por más.
me ha encantado tu blog, animate y pasate por el mio, espero que te guste también.
Unbesazo preciosa
Patry
http://www.siemprehayalgoqueponerse.com/
Me encanta Marilyn!!
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